Dentro del marco del Programa de Educación para la Salud y en línea con nuestro compromiso con la mejora del clima escolar y el bienestar general de la comunidad educativa, este curso hemos llevado a cabo una auditoría del ruido en las instalaciones de nuestro centro.
El objetivo de esta iniciativa ha sido medir, analizar y reflexionar sobre los niveles de ruido que se producen en distintos espacios y momentos del día: pasillos durante los cambios de clase, recreos, aulas, entradas y salidas. La actividad ha permitido al alumnado tomar conciencia del impacto que el exceso de ruido puede tener en su salud física y emocional.
Durante la auditoría, se utilizaron herramientas de medición y se elaboraron registros para observar en qué zonas y horarios se producen los niveles más altos. A partir de los resultados, se generaron propuestas de mejora, como la sustitución de la sirena para anunciar los cambios de clase, el uso de semáforos visuales de ruido en ciertas aulas o la creación de espacios silenciosos en momentos clave del día.
La actividad no solo ha tenido un enfoque científico y técnico, sino también educativo y transformador. Ha servido para abrir el diálogo en torno a la importancia del silencio, la escucha, la convivencia y el respeto en el entorno escolar.
Desde el programa de Educación para la Salud, seguimos apostando por un centro más habitable, consciente y saludable… también desde el sonido.
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